Armas de fuego en manos de niños
¿La generación Z será la más violenta de todas? En este reportaje te mostraremos por qué los menores de edad sienten atracción o necesidad de tener un arma propia

Por La Redacción de Cobertura Especial
29 de mayo de 2025.
“Este rifle fue, en realidad, la primera arma que tuve. Me lo regaló mi papá en navidad”, dice Jaylee Harlacher, de 13 años, a una reportera de FRANCE 24, mientras se prepara para la práctica de tiro sabatina junto a su padre, en Estados Unidos.
Jaylee ha sido entrenada en el uso de armas de fuego desde los 4 años y disparó por primera vez a los siete. “Por pascua me dieron un montón de estas piezas de color verde”, dice la menor al mostrar su rifle con colores infantiles.
Jon Harlacher, padre de Jaylee, es un aficionado a las armas y explica que para él es importante que su hija sepa usarlas para defenderse o proteger a su familia cuando sea necesario. Pero, ¿defenderse de qué?, ¿de otros chicos armados?.
Al igual que Jaylee, otros menores de edad han desarrollado o se les ha enseñado el gusto por disparar. Las redes sociales muestran a niños menores de 12 años abriendo fuego en un campo de tiro mientras explican a sus seguidores “las bondades” de su nuevo juguete letal.
¿La generación Z será la más violenta?
La Generación Z, también conocida como centennials, son las personas nacidas entre 1997 y 2012.
Nacieron en una era digital por lo que se les llama nativos digitales y expertos en tecnología; es decir, gran parte de su día transcurre en las redes y videojuegos, interactuando, a distancia, con gente de todas las naciones y edades.

De las plataformas de videojuegos más populares, destacan aquellas que involucran armas de fuego, guerras y todo tipo de violencia, generando un ambiente en el que los menores experimentan altos niveles de adrenalina al tener el poder de acabar con sus enemigos.
Lamentablemente, muchos emulan esas acciones en la vida real.
El rastreador de tiroteos escolares de Estados Unidos, Education Week, reporta que en 2024 hubo 39 tiroteos escolares dejando muertos y heridos; y en los primeros cinco meses de 2025 ya se registran alrededor de 7 balaceras en centros educativos.
Una de las balaceras más impactantes ocurrió en las últimas semanas de diciembre de 2024, cuando una alumna de 15 años comenzó a disparar indiscriminadamente dentro de la escuela Abundant Life Christian School en Wisconsin.
Natalie Rupnow, conocida como Samantha, mató a un compañero y un profesor, y dejó al menos seis heridos más. Finalmente, se suicidó.
El caso de Natalie, obliga a preguntarse ¿por qué una joven cristiana haría algo tan cruel? ¿Por qué la chica pensó que esa era la mejor “salida” a lo que estaba viviendo?.
Había pasado por el divorcio de sus padres; y meses antes del ataque, la menor se había inscrito en un club de tiro junto a su padre. En su cuenta de Facebook expresó que había disfrutado de cada segundo en el campo de tiro.
¿Los adultos propiciamos esta guerra?

Se estima que existen más de 1,000 millones de armas de fuego en circulación global, de las cuales aproximadamente 857 millones están en manos de civiles, según el Small Arms Survey, el centro global de investigación de violencia armada en Ginebra.
Estados Unidos encabeza la lista con casi la mitad de las armas civiles del planeta, mientras que países de América Latina, como Brasil, México y Venezuela, presentan cifras alarmantes de posesión y uso ilegal, muchas veces vinculadas al crimen organizado.
Estados Unidos es el país con más armas per cápita en el mundo: alrededor de 120 armas por cada 100 habitantes, amparados por la Segunda Enmienda de su Constitución; sin embargo, este derecho ha provocado debates nacionales, especialmente por los recurrentes tiroteos masivos.
En América Latina, los jóvenes tienen un acceso alto a las armas de fuego, sobre todo por vías ilegales, y sin que exista un registro específico.
En países como México, Guatemala, El Salvador, Colombia y Venezuela, muchos adolescentes se ven involucrados en pandillas o narcotráfico, recibiendo armas a cambio de su participación en actividades criminales.
En zonas donde la ley no llega, las armas representan poder, control y una vía de escape al desempleo o a la marginación social.
Si tienes un arma… alguien va a usarla
Es una medida de precaución, así justifican muchos la tenencia de un arma; sin embargo, las cosas se pueden salir de las manos.
Desde armas que se disparan por accidente hiriendo a su propio dueño a crímenes en los que un atracador mata a una persona con su propia arma; existen decenas de historias en las que reina la ironía; no obstante, son más dolorosas cuando la víctima es un niño.
Michael, un basquetbolista de 10 años, discutió con sus hermanos y en el calor del momento, fue en busca del arma de su padre y se dio un tiro en la cabeza.
Su abuela, Sylvia Banks, dice que si esa arma no hubiera estado en casa, la rabieta de Michael no hubiera tenido tan fatídica consecuencia.
Para reflexionar
Como diversión o en defensa personal, los menores se están acercando cada día más a las armas de fuego y es importante reflexionar en el resultado:
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