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Cómo tu generosidad también mejora tu economía y salud


“El alma generosa será prosperada, y el que sacie a otros, también él será saciado” (Proverbios 11:25).
 
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Cortesía www.pixabay.com


Por: la Redacción de Cobertura Especial

13 de enero de 2025.


Hemos sido llamados a ser bondadosos con los demás; sin embargo, una de cada 11 personas en el mundo pasó hambre en 2023 y una de cada cinco en África. Entonces, ¿qué estamos haciendo los más de 2.3 millones de cristianos por el prójimo?.

 

Aunque no debe ser nuestro fin, debemos entender que la generosidad es la llave que abre las puertas a bendiciones espirituales, físicas y también económicas.

 

La acción de dar involucra tiempo, recursos materiales y apoyo espiritual; y todos contamos al menos con uno de estos medios.


Tomar alguno de nuestros recursos y entregarlo a otros enriquece la vida de todos los involucrados en formas inesperadas y profundas que van desde sentimientos de alegría y paz interior, hasta el de obediencia a Dios, al dejar atrás las excusas y hacer algo por los demás.


El poder de las pequeñas acciones

 

CONSUELO

Cortesía: www.inviertenti.com

 

La viuda de Sarepta cuya situación se describe en 1 Reyes 17:7-16, muestra a una mujer que decidió ayudar de manera desinteresada. Ella compartió su última comida con el profeta Elías. A pesar de su pobreza, su generosidad fue recompensada con un suministro milagroso de harina y aceite durante una sequía.

 

Las iglesias suelen crear grupos que ofrecen ayuda espiritual y consejería a personas en crisis. Los encargados reportan que los voluntarios experimentan un crecimiento en su fe y en sus relaciones personales.

 

De hecho, un estudio publicado en la revista Social Science & Medicine reveló que las personas que dedican tiempo al voluntariado (ayudar a otros) experimentan menor riesgo de depresión y una mayor esperanza de vida.


Para quienes no tienen el tiempo pero sí el recurso económico, pueden inspirarse en lo que hizo una congregación en Houston, Texas, Estados Unidos, donde organizaron una campaña de pago de deudas médicas.


Para quienes atravesaban por una enfermedad y luego vivían el peso del endeudamiento, fue un milagro.


Para los donantes, la oportunidad de sentirse útiles y con propósito en la vida.


Por otro lado, grandes empresarios también han mostrado un compromiso firme con Dios, como es el caso del fundador de Hobby Lobby, David Green, quien atribuye el éxito de su imperio empresarial a su obediencia en dar el 50% de sus ganancias a causas cristianas.


Green afirma que la generosidad ha sido la clave para mantener su empresa financieramente sólida.


La ciencia y milagros de la generosidad


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Cortesía de https://pixabay.com/


Un estudio realizado por la Universidad de Notre Dame, conocido como "Science of Generosity Initiative", concluyó que además de los beneficios antes mencionados, los bondadosos estimulan con sus acciones la liberación de oxitocina y dopamina, sustancias químicas en el cerebro que generan sensaciones de bienestar.

 

Cuando dejas a Dios obrar por medio de ti, ocurren muchas cosas:


  • 1. El milagro del dólar compartido: en 2006, un hombre cristiano en Florida donó su último dólar a una familia que lo necesitaba más que él. Esa misma semana, recibió una oferta de trabajo inesperada con un salario mayor al que tenía antes. Su testimonio ha sido compartido como un ejemplo del poder de ayudar a otros.
  • 2. Una casa por ayudar: en Texas, una mujer que ofreció su hogar como refugio temporal para víctimas de un huracán fue bendecida posteriormente con la remodelación completa de su vivienda por una organización local, gracias a las donaciones de desconocidos impactados por su generosidad.
  • 3. Bendición en los negocios: un pequeño empresario en India decidió donar el 10% de sus ganancias mensuales a un orfanato local. En menos de un año, su negocio creció al punto de tener que abrir dos nuevas sucursales. El empresario acredita su éxito a la acción de ver a los más pequeños y ayudarlos.


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Cortesía de https://pixabay.com/


En 2 Corintios 9:6-8, Pablo enseña que “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. Este pasaje refuerza que la generosidad no es solo una acción, sino una semilla que produce frutos abundantes en todas las áreas de la vida.


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