La guerra comercial de Estados Unidos ¿también estallará en nuestros hogares?
Cómo enfrentar las “bombas” económicas que amenazan a nuestras familias, trabajos y empresas

Por La Redacción de Cobertura Especial
15 de abril de 2025.
“Crisis económicas”, una de las frases más utilizadas en las últimas semanas desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca debido a su decisión de establecer aranceles (impuestos aduaneros) nunca antes vistos a decenas de países, incluídos sus grandes aliados.
El tema, a grandes rasgos, parece lejano para quienes no viven en la Unión Americana; sin embargo, las nuevas tarifas detendrán las exportaciones e importaciones desde y hacia los Estados Unidos debido a que los costos para que un producto llegue a los puntos de venta incrementarán desde un 10 hasta un 100%; es decir, lo que antes costaba $100, podría llegar a alcanzar valores de entre los US$150 y US$200, especialmente, los productos provenientes de China.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los nuevos desafíos económicos incluyen un repunte en el desempleo, inflación (aumento generalizado de precios de bienes y servicios - mientras el dinero pierde valor), escasez de recursos básicos e inestabilidad financiera.
El presidente de Estados Unidos les llama “aranceles recíprocos” debido a que el mundo sacaba ventaja de su país, según sus palabras. “Nuestros contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años, pero eso no va a ocurrir nunca más”, dijo el mandatario ante la prensa.
En la primera etapa de estos altibajos, Trump impuso un arancel del 10% para todos los productos que ingresen a Estados Unidos y anunció que también establecería tarifas específicas a más de 50 países con economías robustas.
Qué son los aranceles y cómo nos afectarán

Los aranceles son los impuestos aduaneros que cada empresa debe pagar a un gobierno para introducir sus productos a un país.
Después de la segunda guerra mundial, los países establecieron porcentajes que han ido mejorando con el tiempo para permitir el ingreso de mercaderías a sus territorios.
Por lo general, el arancel es un porcentaje del valor del producto. Es decir, si una mercancía tiene un valor de US$10, y su arancel es del 10%, el productor (la empresa) podría subir el valor a US$11, haciendo que el consumidor pague ese recargo de un dólar establecido por su país.
Y eso es exactamente lo que preocupa a los consumidores. El mejor ejemplo es lo que podría ocurrir con la industria automotriz.
Un reporte del medio BBC muestra cómo el ensamblaje de un automóvil requiere la participación de varios países generando el pago de aranceles en distintas etapas.
Por ejemplo, se adquiere el aluminio de un primer país, llega a EE.UU. donde se crean piezas que más tarde son enviadas a Canadá para que sean pulidas; luego son enviadas a México para un primer ensamblaje, hasta que regresan a Estados Unidos donde finalizarán el montaje del automóvil.

En cada país existen distintas tarifas de aranceles y, en la mayoría, el productor deberá pagar un porcentaje, encareciendo así el valor final del vehículo.
Los creyentes ante la “bomba” de impuestos
En este contexto, ¿qué papel juega la fe para millones de creyentes que buscan esperanza y dirección en tiempos difíciles?.
En las escrituras, Dios promete constantemente que cuidará de sus hijos y proveerá más que lo suficiente a quienes confían en él.
Reconfórtate en algunos ejemplos de la Biblia:

¿Impactará nuestros hogares?
Sí, lo hará.
Pero, una vez hayas reflexionado en la palabra que Dios tiene para ti en este tema -hay decenas de versículos más en la Biblia-, es momento de actuar desde la serenidad que provee el Espíritu Santo.
Toma acción e implementa medidas preventivas:
Prepárate materialmente
Vive con prudencia
Evita las deudas
Confía en las promesas de Dios y vive conforme a su palabra, aún en tiempos de aflicción, Él cuidará de ti y de los tuyos.
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