¿Un fraude a punto de ser descubierto?
Michelle Obama, Benny Hinn y hasta Tom Hanks padecieron el síndrome del impostor, un corrosivo sentimiento que puede derribar a la gente más exitosa

Por La Redacción de Cobertura Especial
Domingo, 13 de julio de 2025.
Personas extraordinarias atacadas por la sensación de estar usurpando el lugar que merece alguien más. ¿Cómo es esto posible?.
El síndrome del impostor es un patrón psicológico en el que una persona es incapaz de internalizar sus propios logros. A pesar de la evidencia objetiva de su éxito y habilidad, persisten en la creencia de que su éxito se debe a la suerte, al engaño o a haber sido sobrevalorados por otros. Temen ser "descubiertos" en cualquier momento.
¿Lo has experimentado?. Según expertos, el 70% de las personas lo “sufrirá”, al menos una vez en su vida.
Michelle Obama, temía “no dar la talla”
En su libro Becoming, publicado en 2018, Michelle Obama admitió haber sentido inseguridad en varias etapas de su vida, incluso cuando su carrera avanzaba y lograba grandes cosas. La sensación de no merecer esos logros la acompañó en su proceso de convertirse en Primera Dama.
Benny Hinn, el evangelista que enfrentó dudas internas

Aunque Benny Hinn es conocido mundialmente por sus campañas de sanidad y evangelización, en su libro Más allá del milagro, confesó que en sus primeros años en el ministerio sufrió de inseguridades profundas, creyendo que no tenía suficiente preparación ni autoridad para predicar a gran escala.
Sentía que su llamado podía ser solo "una ilusión" y que en cualquier momento descubrirían que no era realmente un líder legítimo.
Tom Hanks, un actor muy inseguro
Tom Hanks, uno de los actores más reconocidos, reveló que en varias ocasiones sintió que no merecía su éxito. En entrevistas, afirmó que en sus primeros días en Hollywood pensaba que sería "descubierto como un fraude".

Resulta increíble pensar que estas personas se sintieron impostoras. Pero ¿de dónde proviene esta sensación? ¿es solo una percepción errónea o tiene raíces en nuestra psique (alma)?
Orígenes del síndrome del impostor
En 1978 fue identificado por dos psicólogas, las doctoras Pauline Rose Clance y Suzanne Imes, en su ensayo "The Imposter Phenomenon in High Achieving Women: Dynamics and Therapeutic Intervention" ("El fenómeno del impostor en mujeres de alto rendimiento: dinámica e intervención terapéutica").
Su investigación inicial se centró en mujeres exitosas con altos logros académicos y profesionales, quienes, a pesar de la evidencia de su competencia, experimentaban una profunda convicción interna de ser intelectualmente fraudulentas.
Inicialmente, se pensó que era un fenómeno exclusivo de las mujeres, pero investigaciones posteriores revelaron que afecta a hombres y mujeres por igual.
El dr. Harold Shpsy, psiquiatra de Harvard, en su artículo La lucha oculta de los grandes triunfadores, afirma: "El síndrome del impostor puede provocar depresión, baja autoestima y dificultades en la toma de decisiones, incluso en personas que parecen tener todo a su favor".
Cuando el llamado divino se encuentra con la duda humana
La Biblia describe con gran detalle las emociones y luchas internas del ser humano que, a pesar de ser escogidos y llamados por Dios para grandes propósitos, se sintieron abrumados por la inseguridad, la falta de capacidad o la creencia de no estar a la altura.
Una batalla librada por los grandes

La Palabra de Dios nos enseña una verdad fundamental: la capacidad para cumplir el llamado divino no reside en la perfección o la suficiencia humana, sino en la soberanía y el poder de Dios que obra a través de la debilidad humana.
Como afirma 2 Corintios 12:9-10 (RVR60): "Y me ha dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.
Dios conoce nuestras debilidades y no se sorprende por nuestras inseguridades. Nos llama a pesar de ellas, y a menudo, precisamente a causa de ellas, para que su poder sea manifiesto.
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